Osvaldo Piazza llegó a Independiente en julio del 2000, para reemplazar a Enzo Trossero luego de un muy buen Clausura en el primer semestre del año. Después de un comienzo flojo logró buenos rendimientos y resultados, con goleada al Boca de Bianchi incluída. Por eso siguió, aunque en mayo del año siguiente, con un contexto futbolístico e institucional muy malo en el club debió renunciar. Esta información sirve de introducción para algo curioso que sucedió anoche en el programa de los colegas de "Amplitud Independiente", donde el exentrenador declaró que nunca cobró por sus servicios en Avellaneda: "Yo en Independiente no cobre nunca. Todo lo que hice fue por amor a ese club que para mí fue un ejemplo y que siempre estuvo por encima de los demás". Luego agregó: "Me dio una alegría tremenda cuando me propusieron ser el entrenador. Yo había jugado hasta la novena de Independiente y le tomé mucho amor. Fue asumir la responsabilidad de tener jugadores de las inferiores que después fueron maravillosos. Tuve a Forlán, a Milito, a Cambiasso que fueron futbolistas increíbles. Yo dí todo lo que pude". Además, al ser consultado por el actual entrenador de la Reserva a quién conoce por su pasado en Vélez dijo: "Marcelo Gómez fue un jugador de una jerarquía y una generosidad increíble, tengo mucho respeto por él. Si Independiente puede gozarlo, bienvenido sea, se lo merece".